Pardo's Push

Todo el mundo que es aficionado a la aeronáutica ha oído hablar de los nombres de diferentes maniobras, como por ejemplo cuando decimos que hemos realizado un Immelmann (imperial).

En jerga de acrobacia aérea moderna, un giro Immelmann (también conocido como imperial, giro en la cúspide, o simplemente un Immelmann) es una maniobra acrobática de poca utilidad práctica en el combate aéreo, y es una maniobra completamente distinta de la táctica de persecución originalmente utilizada durante la Primera Guerra Mundial a partir de la que se deriva el nombre.

Hay expertos en toda clase de maniobras con aviones, pero si les preguntamos que tipo de maniobra es un Pardo's Push probablemente nos mirarán con extrañeza.

Pardo's Push fue la arriesgada maniobra llevada a cabo por el Capitán Bob Pardo durante la Guerra de Vietnam, para poder salvar la vida de su "wingman" (escolta), cuyo F-4 Phantom II se encontraba severamente dañado. Con este "empujoncito" Bob logró que el F-4 de sus compañeros llegara a un espacio aéreo amigo.

Aquel soleado 10 de marzo de 1967, el Capitán Bob Pardo, (junto con su operador el Teniente Steve Wayne en el asiento trasero) volaba sobre Vietnam en compañía del Capitán Earl Aman (con su operador el teniente Robert Houghton). Ambos cazabombarderos estaban asignados al 8th Tactical Fighter Wing, 433rd Tactical Fighter Squadron con base en Tailandia. El objetivo aquella mañana era atacar una factoría en Vietnam del Norte muy cerca de Hanoi. 

En el transcurso de la operación de bombardeo ambos F-4 Phantom II fueron dañados por fuego antiaéreo. La peor parte se la llevo el avión de Aman, el cual fue alcanzado entre otros muchos sitios en el tanque de combustible. El caza siguió volando gracias a su robustez (cualquiera que haya visto uno de estos aparatos entenderá de que hablo), pero empezó a perder combustible a raudales hasta quedarse casi vacío. Según los rápidos cálculos que hicieron sus tripulantes simplemente no había suficiente combustible para intentar un repostaje en vuelo sobre Laos. Aman y Houghton debían de tomar la difícil decisión de eyectarse y  abandonar el aparato, pero esto significaba la captura segura (sino la muerte) por encontrarse en territorio hostil. En ese momento Pardo pensó algo y lo intentó a la desesperada. Se decidió nada menos a empujar el Phantom de Aman tocándolo con el morro de su caza en el compartimento donde se aloja el paracaídas de frenado. Si lograba darle el impulso necesario podrían  llegar hasta su destino. La maniobra no resultó. Esto fue debido a la proximidad de los cazas y las turbulencias que esta proximidad generaba. 

Entonces Pardo tuvo otra idea "feliz", le dijo a Aman que bajara el gancho de apontaje. Este dispositivo es el que se usa en los portaaviones para enganchar el cable de frenado sobre cubierta. Es una pieza muy resistente que va anclada de manera solidaria a la estructura del propio avión. Pardo pensó que esto podría funcionar para empujar a Aman. Ambos aviones se encontrarían más separados, pero a la vez la estructura del avión podría aguantar un empuje en ese punto. Aman bajó el gancho y pardo puso su avión debajo hasta tocar el extremo del gancho con la parte delantera del parabrisas. En ese momento Aman apagó ambos motores (los archiconocidos y supero famosos General Electric J79) para no gastar más combustible.



La desesperada maniobra resultó, ya que redujo el grado de descenso considerablemente. La única pega es que el gancho resbalaba sobre el parabrisas de Pardo y el máximo tiempo que duraba el empuje eran unos 15 o 30 segundos máximo. Con cada nueva maniobra Pardo debía de volver a reposicionarse de nuevo y durante ese tiempo se perdían preciosos metros de altura. Para colmo de males, durante esta crítica maniobra, se declaró un fuego en uno de los motores de Pardo. Finalmente Bob apagó el fuego y el motor dañado. Volaban ahora los dos bimotores juntos con un solo motor. Durante los 10 minutos que duró el vuelo con un solo motor, Pardo se las arregló para reducir el grado de descenso al mínimo.

Silver Star medal.pngDespués de 88 millas desesperadas empujando el avión de Aman, Pardo se quedó finalmente sin combustible. Pero en ese crítico momento se dieron cuenta de que estaban ya casi entrando en espacio aéreo amigo sobre Laos. A una altura de 6.000 pies (1.800 metros) esto representaba unos dos minutos de planeo que servirían para poder eyectarse. 

Los pilotos fueron rescatados por helicópteros y puestos a salvo. En un primer momento Bob fue abroncado por sus superiores por no salvar su propio aparato. Dos décadas después del incidente, en 1989, un tribunal militar volvió a examinar el caso y decidió galardonar a Pardo y a Wayne con la estrella de plata por la arriesgada maniobra que salvo la vida de los cuatro.

A pesar de lo que pueda parecer y de que desde entonces se hable del Pardo's Push, esta maniobra no fue la primera. Existe un precedente. Durante la Guerra de Corea James Robinson "Robbie" Risner hizo lo propio con un F-86 Sabre para salvar la vida de un compañero que había perdido el motor. En esta ocasión Risner metió el morro de su F-86 en la tobera de otro F-86 para empujar a su compañero hasta territorio amigo. Estas historias ilustran una vez más la osadía, la caballerosidad, la gallardía y el compañerismo que caracterizan a los pilotos de combate. Gente de la que se suele decir que están hechos de "otra pasta".



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Neumáticos de avión: mucho más que caucho

El MAC o cuerda aerodinámica media

Sistema de detección de fuego y extinción